Esta proporción o forma de seccionar proporcionalmente una línea se llama proporción áurea.
Se cree que las proporciones basadas en la sección áurea son agradables a la vista y se pueden encontrar a todo nuestro alrededor en muchas pinturas, edificios y diseños.
RELACIÓN: MÚSICA-SECCIÓN ÁUREA
La particularidad del sistema pitagórico fue encontrar en las matemáticas
una clave para resolver el enigma del Universo y en el número, el principio de
todas las cosas. Las teorías en torno a la música ocupan un puesto de especial
importancia para esta escuela pitagórica; mantenía una posición central dentro de
la metafísica y la cosmología pitagóricos.
Las matemáticas y la música se unen en el concepto pitagórico de
"armonía", que significa proporción de las partes de un todo. Los pitagóricos se
guiaron siempre en sus investigaciones por el principio de que la música debía ser
reconducida hasta las proporciones más simples, ya que debía reflejar en todo la
armonía universal.
Los pitagóricos atribuían a las distancias entre los astros, relaciones
análogas a las de las longitudes de las cuerdas vibrantes que dan las notas
características de los modos musicales; es lo que ellos denominaban la armonía
de las esferas. Platón retomó las ideas de que la materia y el mundo están
organizados según estructuras matemáticas producidas explícitamente como
análogas a estructuras musicales. Bajo la influencia de Platón, la Edad Media y el
Renacimiento concedieron una gran importancia a esta “música mundana”,
armonía del mundo.
El poder de la sección áurea para crear armonía surge de su exclusiva
capacidad de aunar las diferentes partes de un todo de modo que, conservando
cada una su propia identidad, las combina no obstante en el patrón mayor de un
todo único. El cociente de la sección áurea es un número irracional e infinito que
sólo puede ser aproximado y, sin embargo, tales aproximaciones son posibles
incluso dentro de los límites de los números enteros mínimos.